Meditación guiada con Chicory – Flores de Bach
A closeup of common chicory in a garden under the sunlight with a blurry background

Meditación guiada con Chicory – Flores de Bach

La flor de Achicoria, también conocida como Chicory, se enfoca en trabajar el amor propio y el poder «soltar» con generosidad. De esta manera, nos demuestra que el amor universal es infinito, por lo tanto, si lo damos con despreocupación y sin limitaciones, él vendrá a nosotros de la misma manera.

Es una meditación ideal para aquellas personas que sienten que no reciben amor suficiente de parte de los demás, que creen que siempre están haciendo cosas por los otros pero que la compensación no es la adecuada, que tienen sensaciones intensas de abandono o soledad cuando las personas que las rodean siguen su propio camino, entre otros.

Esperamos que puedas disfrutar de esta meditación todas las veces que sea necesario, en cualquier momento del día y en el espacio en el que estés.

¿Cómo será el proceso de la meditación?

Cada meditación está organizada en distintos momentos. Carmen (voz) nos lo explica a continuación:

1. El primer momento es el de la contemplación, donde te invito a que observes la imagen de la flor mientras vas escuchando la descripción. El propósito es que las conozcas y que vayas conectando con la energía amorosa de la flor.

2. Después te invitaré a que cierres los ojos para hacer el trabajo interno que consiste en la conexión con la emoción o las emociones que quieras trabajar y que esté relacionada con la flor elegida. El ejercicio te irá guiando para que reflexiones sobre cómo esas emociones o estados mentales negativos influyen en tu vida.

3. Luego vendrá el momento de la transmutación, del cambio o de despertar en tu interior la virtud que la flor te regala.

4. Terminaremos el ejercicio con una serie de afirmaciones para sellar el trabajo realizado.

Meditación guiada

Transcripción de la meditación

Si preferís leer la meditación en vez de escrucharla, acá abajo te dejamos la transcripción del video. Algunas frases y palabras fueron cambiadas para que el formato escrito tuviera una mejor comprensión.

Presentación – Contemplación

Te doy la bienvenida a este espacio para conocer y meditar en las Flores de Bach:

Si sentís que no recibís el amor suficiente de parte de los demás. Si creés que siempre estás haciendo cosas por los otros pero que la compensación no es la adecuada. Si la sensación de abandono y soledad es muy intensa cuando las personas que te rodean siguen su propio camino. Si has llegado a enfermarte para requerir finalmente un poco de atención.  Si te cuesta “soltar” situaciones, personas, ideas u objetos porque despojarte te da inseguridad.

Esta flor te podría ayudar:

Chicory o Achicoria nos enseña a dar y recibir amor sin poner condiciones. Es una planta común en nuestro entorno. La podrás ver al costado de los caminos, tanto en el campo como en la ciudad. Tiene flores en forma de estrellas de un color azul vivo y puro. Es el color de la devoción y del amor espiritual –que es lo que Chicory nos viene a enseñar.

Tanto en la raíz como en el tallo y las hojas, la planta tiene la presencia de una sustancia pegajosa, el látex. Esta característica simboliza la tendencia a la “adherencia emocional” que  siente una persona en estado “chicory” negativo.

El tallo es rígido, duro y áspero sin embargo las Flores son sumamente frágiles, tanto que duran un solo día. El pigmento de color azul, se desprende de ellas con gran facilidad. Son flores compuestas, lo que vemos como una sola flor, en realidad son más de doce que se unen en el centro formando una especie de disco que irradia hacia afuera con forma de estrella, esto muestra en la flor, una unión familiar armónica.  Sus pistilos de color índigo dan diferentes rayos de fuerza a las estrellas de colores. Esta fuerza del color unida a lo quebradizo y frágil de la textura de los pétalos, es lo que caracteriza es estado mental que Chicory nos ayuda a  equilibrar, porque viene a enseñarnos que la fortaleza está en nuestra naturaleza y que podemos dar sin temor a quedarnos sin nada.

Meditación

Ubicate de una manera cómoda que te permita relajar y concentrarte (acostado o sentado, como prefieras. Observá tu respiración. Realiza tres respiraciones profundas para ir calmando tu mente.

Comenzaremos el ejercicio trabajando con las manos – símbolos del dar y recibir- te voy a pedir que frotes las palmas de tus manos, una con la otra – suave pero firmemente para darles calor.

Ahora coloca tu mano izquierda con la palma apoyada en tu pecho y la mano derecha, con la palma hacia abajo, apoyada sobre tu mano izquierda. Una sobre otra llevando el calor al centro de tu pecho.

En la cultura oriental, es la zona del chakra cardíaco, un centro energético que incluye al corazón, los pulmones, el timo y las mamas. Y en la cultura occidental, el corazón es el órgano asociado con el amor.

Hoy vamos a trabajar en este centro energético. Vamos a experimentar la alegría y la libertad de dar amor sin esperar nada a cambio.

Visualizá la flor de Achicoria, tráela a tu memoria y colocala imaginariamente entre las manos, aquí, en el centro del pecho. Observá  cómo el color azul de sus pétalos va invadiendo poco a poco todo el espacio de tu corazón de tu  pecho del centro de tu ser.  El azul es el color de la devoción, de la fe y de la fluidez, también te da calma. Concentrate y respirá en esa calma.

Dejate llevar por tu imaginación hacia un lugar tranquilo donde un hay manantial de agua cristalina, agua extremadamente pura que corre sin obstáculos. Es una fuente infinita porque el agua que emana de ella, no tiene posibilidad de agotarse. Esa agua simboliza el amor universal y la fuente, es Dios o la fuerza creadora. Visualizá el agua en su camino infinito. Ahora, tomarás la flor de la Achicoria  que imaginariamente tenés entre tus manos e irás deshojándola pétalo por pétalo, cada pétalo que cae al agua simboliza aquello que sentís que tendrías que dejar ir. Esos apegos a personas o a cosas que te impiden avanzar que te detienen en la victimización o en la posesividad y te dejan con la sensación de no ser amado o amada como te merecés.  Con cada pétalo,  Soltá sin temor esa situación que te preocupa, esa persona que no te pertenece, soltá el dolor, despojate de tu temor a la soledad, soltá el miedo de no ser querido o querida, soltá tus juicios…

Dejá ir y observá como los pétalos de la flor se deslizan por el agua a medida que los ves teñir de azul toda la superficie. Tu ser siente la liberación, la liviandad por haber dejado ir amorosamente todo lo que se manifestaba en carga.

Podés acercarte al manantial y mojar tus manos y cargarlas con el amor infinito que emana de la fuente, no hay posibilidad de que el amor se agote…está disponible para todo y para todos.

Ahora te invito a que regreses poco a poco al centro de tu pecho, donde están tus manos. Esas manos que quedaron libres para recibir el amor tal y como te lo puedan dar, ya no necesitadás condiciones para ser amado o amada. Podés dar amor sin pedir nada a cambio porque sabés que siempre podrás beber de la fuente infinita.

Afirmaciones

Con esa convicción, podés repetir en tu interior, las siguientes afirmaciones:

  • «Soy capaz de amar sin condiciones”
  • “Respeto la individualidad de los demás”
  • «Puedo cuidar a los demás amorosa y desinteresadamente»
  • “Reconozco la fuente de amor incondicional dentro de mí”

Visualizar la flor de la Achicoria o colocar las manos en el centro de tu ser, recordando la fuente infinita, puede ayudarte cuando sientas la tentación de la autocompasión o te percibas carente de afecto o falto de amor.

Gracias

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