La frase que titula este artículo pertenece al Dr. Gary Douglas, fundador de Access Consciousness y me pareció interesante tomarla para comenzar esta reflexión. La realidad actual representa un verdadero desafío para toda la humanidad y también para nuestro planeta. A nivel individual, ya hemos comprobado cuánto moviliza nuestro mundo interno.
¿Por qué hablo de desafío?
Porque cada uno de nosotros recibió la pandemia de manera sorpresiva e impactante.
Hemos descubierto e interpretado la circunstancia de manera diversa, de acuerdo a si llegó cuando estábamos mejor preparados o no para vivirla.
De acuerdo a la forma de ser individual, a las experiencias de vida, a la economía personal, etc.
En cada uno de nosotros surgieron pensamientos, miedos, angustia, ansiedad y sensaciones diferentes que se “instalaron” en áreas como la mente o el espíritu. Cabe plantearse si las hospedaremos o trabajaremos con amor para trascenderlas, para liberarlas.
¿Cuántas de estas manifestaciones se conectaron con un pasado que creímos superado?
¿Cuánto tiempo de sueño reparador modificaron?
¿Han contribuido en mi vida o no?
De lo que sí, estamos seguros es que se han generado efectos de diversa índole y que tenemos la posibilidad como seres libres de elegir soltarlos si así lo decidiésemos.
Hay muchas herramientas a nuestra disposición para trascender estos momentos difíciles, quiero hablarte hoy de cómo puede ayudarnos la recepción de sesiones de Barras de Access. Te cuento brevemente de qué se trata:
Es un proceso que activa 32 barras energéticas situadas en la cabeza. Cada una de estas barras contiene información sobre determinadas áreas de la vida (dinero, control, creatividad, poder, sexualidad, cuerpo, envejecimiento, alegría, tristeza, etc.).
La información que dichas barras contienen son los puntos de vista que has ido creando y haciendo significativos a lo largo de tu existencia y que, de una forma u otra, te mantienen anclado y te impiden mejorar en algún aspecto de tu vida.
Al ser estimuladas, las barras comienzan a descargarse y eliminar información (carga eléctrica). Se trata, literalmente, de “formatear” nuestro cerebro, como si lo “reseteáramos”.
La carga eléctrica es la que sostiene los pensamientos que limitan el acceso a la consciencia, la que nos mantiene en la experiencia de la polaridad/dualidad (por ejemplo: pensamiento-sentimiento, bueno-malo, etc.) maneras de sentir, pensar, actuar que hemos desarrollado a través de vivencias. Pero cuando logramos transformarla desaparece. Y podemos así reencontrarnos con nuestra esencia, la conexión directa y el desarrollo de la “unicidad” que se busca en muchos procesos como los de meditación, por ejemplo.
Entonces todas las experiencias se vuelven más fáciles, accesibles, directas y su vivencia resulta mucho más intensa y activa.
Logramos dejar de actuar desde pensamientos, sentimientos y emociones para hacerlo desde el ser, el saber, el percibir y recibir.
Es una terapia que no tiene contraindicaciones. Todo el mundo puede recibir una sesión de Barras incluyendo niños y personas mayores.
Incluso las mujeres embarazadas tienen embarazos más fáciles, dan a luz en menos tiempo y sus bebes están más relajados al nacer.
Los niños diagnosticados con TDAH están más centrados y mejoran sus resultados en el colegio.
En la sesión, el Practitioner irá tocando suavemente esos 32 puntos en tu cabeza para activarlos. Una sesión es un momento muy relajante, que puede extenderse de 45 minutos a una hora y se asemeja a una meditación profunda.
Las investigaciones científicas demuestran que libera la carga electromagnética de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones almacenadas en el cerebro. Además, ralentiza las ondas del cerebro que pasan de un estado activo beta al estado theta.
En la sesión sentirás una sensación de relajación profunda como casi nunca antes se ha experimentado. Muchas personas se duermen durante la sesión, otras entran en un estado de entresueño, en el que parecen dormidas pero están conscientes.
En este estado de la mente, el inconsciente comienza a soltar y eliminar la basura acumulada durante años, de forma suave y placentera.
También sentirás paz y claridad mental, como si se quitara algo pesado de tu frente, una sensación de frescura.
En los días siguientes a la sesión te envuelve un sentimiento de mayor seguridad y confianza en ti mismo, mayor creatividad, más soltura y alegría a la hora de relacionarte, y más placer y dinamismo en cuanto a lo físico se refiere.
Es una herramienta importante al momento de pensar para decidir cosas lejos del juicio condicionante.
Cada vez que recibes una sesión estás invitando el cambio en tu vida. Te recomiendo especialmente una sesión si te sientes estresado, de mal humor o pasando por un cambio importante en tu vida.
Es un camino hacia un resultado. Con una extensión temporal acorde a cada personalidad individual.
Entonces, volviendo a la frase del principio, después de la sesión de barras, tal vez podamos descubrir qué nuevos puntos de vista, interesantes, desafiantes, aleccionadores, encontramos en esta situación que hoy nos toca vivir ya que los viejos puntos de vista habrán sido transformados y nos brindarán la oportunidad de atravesar las circunstancias con mayor criterio y libertad. Porque al desaparecer un antiguo punto de vista limitante, pesado, reiterativo, también desaparecerán aquellas ideas asentadas en la mente, que fueron limitando la capacidad de recibir la abundancia de nuevas situaciones positivas.
Es decir que podremos CREAR tantos PUNTOS DE VISTA nuevos como queramos y sobrellevar de manera creativa, los desafíos que la vida nos proponga.